20 de mayo de 2015

Feliz fraternidad

Recuerdos de tu niñez
a mi memoria llegan,
no imaginaba que tan veloz crecieras,
pasando de niña a mujer.


En ti se ha hecho mella,
entre amor y dulzura, la madurez,
entre sonetos y rimas, la brillantez
capaz de superar a las estrellas.


Mi boca deletrea prima,
mas, mi corazón, grita hermana,
al tiempo en que me acaricia una suave brisa.


Mujer, entre otras, apreciada,
capaz de escalar la cima de la vida
tan solo con el azul de tu mirada.


Para finalizar este verso
te deseo toda la felicidad
y ,como hermano te dono un beso.


1 de mayo de 2015

Las 4 etapas de la humanidad (infancia)


En el instante en el que te vi nacer
sentí que eras diferente a los demás,
supe que maravillas podrías llegar a hacer,
de entre los demás tú eras especial.

Comenzaste en la nada a nadar,
en la orilla saliste a respirar,
de reptar a caminar,
de desnudo a tener un manto peludo,
entre brincos, carreras y risas eras el más suertudo.

Te abriste a mi abrazo,
como si fuese sol para tu crecer,
como si fuese brisa para tu agrado.

A bípedo erguido te tornaste
a lo que a posteriori se conoció
con bastante retintín como evolución.

Sonriente me acuerdo cuando hiciste amigos
de otras razas, de otros lugares.
De tu sociabilidad encontraba atisbos.
Encantado de verte aprender
a leer, a amar,
a soñar, a saber,
y recordar a nadar.

Mas seguiste avanzando,
aprendiendo,
descubriendo,
a los demás con recelo acechando.


                 




6 de abril de 2015

De los animales aprendimos

Del lobo aprendimos a cazar;
del castor, a construir;
del ruiseñor, a cantar.

Somos lo que aprendemos
y lo que hacemos con ello.


Del águila aprendimos a volar;
de la araña, a tejer;
del pez, a nadar.

Ellos son nuestros verdaderos maestros.

De la vaca aprendimos a alimentar;
de las hienas, a reír;
de los tórtolos, a amar.

Sin embargo, aún no entiendo…
¿De quién aprendimos a odiar?
¿A conquistar? ¿Y a encadenar?

                          

8 de febrero de 2015

Tras la lluvia, el arco iris


Susurra entre arbustos
el sonido del viento.

Mil gotitas del cielo caen:
“pim…, pim…, pim…”
Resuenan en el suelo:
“pim…,pim…,pim…”

Resuena el pequeño chapoteo;
todos corren bajo sus paraguas,
para no mojarse,
para no empaparse.

Ya no caen gotitas,
ya no susurra el viento,
ya no hay nubes de carbón,
se acabó el chaparrón.

Vuelve a brillar el sol,
vuelve a sonar el silbido
de los pajarillos,
por arte de magia
aparece el arco iris
con sus siete colores:
con el verde, el amarillo y el anaranjado,
y con el violeta, el añil, el rojo y el azulado.

                                     Autor: Dany Leblanc

24 de septiembre de 2014

Un mundo tintado

La pluma del escritor crea vida
posándose en el papel vacío
como si fuese haciendo su nido
el pequeño ave que se retiene de la ida.

De negra tinta se dibujan letras,
letras de las que nacen historias
en las que antagonistas hacen de sus tretas.

El héroe se convierte en el centro de nuestra atención y euforia;
imagínatelo, toda esa vida
más allá de un paisaje lleno de ciudadelas
y si observas el horizonte verás más que unas cuantas colinas,
verás las hazañas que harán al ídolo de las masas con la gloria.

Ven, sígueme
y te mostraré un mundo
que solo podrías soñar.

Mundo con un sinfín de aventuras,
sinfín de amores,
sinfín de desventuras.

En el que si lo deseas
serás capaz de volar,
de arriesgarte por lo que creés,
y por todo lo que amas, poder luchar.

Ven, acompáñame,
piensa en las maravillas que descubrirás.

                                   


19 de agosto de 2014

Un secreto enterrado en el corazón

El dolor me invade por capricho,
capricho de un destino cruel y duro,
recuerdo del sufrimiento mudo
que padezco por las flechas de cupido.

Muero al estar enmudecido a tu lado,
vivo por sentir de tu mano un roce,
muero al estar de ti apartado,
vivo por decirte lo que siento a voces.

Así se entere la Corte Celestial,
envidiosos de amor;
así se entere Satanás,
celoso de pasión.

Muera la luna al verte risueña,
al ver tus ojos cristalinos,
muera de celos la diosa más bella.

Mas, muera yo por ser necio cobarde
por no haberte tan siquiera un beso robado.

                                 

16 de agosto de 2014

No habrá empleo para los honrados

En alguna parte de Andalucía, en la sala de una pequeña y lúgubre oficina de empleo.
Algunos calendarios de propaganda de diversos años decoran las paredes de color
amarillo, en la cual no se divisa ninguna ventana, toda la luz proviene de las lámparas
del techo; también se encuentra una mesa con un ordenador encendido, unos cuantos
folios desparramados por ella y un pequeño bote lleno de bolígrafos de varios colores,
además de algún que otro subrayador y una grapadora. A ambos lados de la mesa se
encuentran sendas sillas de despacho algo envejecidas. Sin embargo, destaca sobre
aquella mesa un vistoso cartel de considerable tamaño, delante del ordenador, con una
impresión en la cual pone: “VUELVO EN 5 MINUTOS”.

Haciendo cola se encuentran, por el siguiente orden, un tipejo desaliñado que viste un
chándal roñoso y amplio, otro hombre más mayor de unos cincuenta años y, por último,
una mujer bien vestida y medio-maquillada que arrastra consigo un carrito de bebé.

MUJER- (observa su reloj de pulsera y resopla)-Qué tarde se me hace. Debería de
haberme tocado ya el turno.

HOMBRE- (gira medio cuerpo para conversar con la mujer)- Y que lo diga, yo llevo
esperando uno’ veinte minuto’ y ni siquiera han “atendío” al hombre de delante.
(Señalando al tipejo con el dedo pulgar).

TIPEJO- (girándose)- Ya ve’, “yo-stoy“ aquí de’de la nueve’ y media y son la’... (Se
mira la muñeca). Andá, no llevo ́l reló’. ¿Qué hora e’?

MUJER- Las diez y cuarto.

TIPEJO- Pue’ eso, llevo má’ de media hora y aquí n’aparece nadie. Y era pa’ una
entrevi’tilla de trabajo.

MUJER- (Adelantándose y hablando con el público). Para una entrevistilla de trabajo
dice, y yo sólo vengo para recoger un papel que certifique que estoy desempleada, para
poder solicitar una ayuda de madre soltera.

Se escucha un estruendo detrás del mostrador y el niño del carrito empieza a llorar, la
madre mece el cochecito hasta que se calma.

FUNCIONARIO- (fuera de escena)- ¡Vaya, hombre! Ya se ha caído otro azulejo del
baño.