a quien el
dinero y poder enardecen.
Ya no veía a la dulce criatura,
sino a un avaro
a quien el
poder consumía
y llevaba al
desamparo.
Una parte de
ti moría
a causa de
tus maldades,
de tus principios
deleznables.
Luchando
contra tu propio ser
luchando contra
lo que creé.
Cuando te
percataste de tu mal
era tarde,
ya te
hiciste bastante mal.
Siglos de
aprendizaje
destruidos por
tu pretensión,
Tu pretensión
de aniquilación
descubriste
por las malas
lo que el
mal atañe.
Cosa que
tardaste
en enmendar
un tiempo considerable.