30 de septiembre de 2017

Más que un mote

-Nunca te lo he preguntado, pero… ¿por qué siempre me llamas así?

+¿Así cómo?

-Luciérnaga. Sabes que no me gustan los bichos.

+¿No lo adivinas?

-Pues como no sea porque brillo en la oscuridad…

+Jajajajaja, no es eso exactamente, pero por ahí van los tiros. Sigue pensando.

-Mmmm…

+¿Ya lo has adivinado?

-No.

+Entonces, ¿por qué sonríes?

-Porque me acuerdo de la primera vez que me llamaste así.

+¿En serio? Yo no me acuerdo.

-Yo lo recuerdo perfectamente.
Hace dos años, te vi llorando en tu portal y me acerqué. Al preguntarte qué te pasaba, me contaste que a tu perro lo habían atropellado esa mañana. No sabía qué hacer, nunca te había visto tan destrozado, e hize lo primero que se me pasó por la cabeza. Te abracé. Y tú apoyaste tu cabeza en mi hombro y me dijiste algo, pero no llegué a enterderte. Pero cuando tres días después me llamaste así, lo entendí.

+Vaya, no me acordaba.

-Y ahora lo entiendo. Soy luciérnaga porque brillo cuando todo se vuelve negro.

+Así es. Eres la luz que me ha guiado durante este tiempo. Sin ti estaría perdido. Eres mi luciérnaga.




21 de septiembre de 2017

Reencontrados

Luis: Disculpa señorita, me permite pasar.

Raquel: Sí, claro. Pas... ¿Luis?

Luis: No puede ser. Raquel, ¡Qué coincidencia! No sabía que teníamos el mismo banco.

Raquel: Pues sí que es casualidad.

Luis: Han pasado muchos años sin vernos.

Raquel: Sí, ¿cuántos? ¿once?

Luis: Sí, más o menos desde el instituto. ¿Qué ha sido de ti durante estos años?

Raquel: Pues bien, acabé la carrera de derecho Cum laude.

Luis: ¿En serio? Me alegro por ti. Conseguiste lo que buscabas.

Raquel: Eso y más. Estoy en un prestigioso buffete de abogados y me estoy preparando las oposiciones para juez. Es duro, pero sé que lo conseguiré.

Luis: Vaya, es increíble que lo lleves todo a la vez.

Raquel: Bah, se hace llevadero. ¿Y qué es de ti? Te metiste en la carrera de biología, ¿no?

Luis: No, no pude al final.

Raquel: ¿Y eso? ¿No te alcanzó la nota?

Luis: No, no es eso. Verás... ¿Tú te acuerdas de Lorena Cañas?

Raquel: Ah, sí. Escuché que se tuvo que ir del instituto porque se quedó embarazada.

Luis: Pues, eso es lo que te...

Raquel: Es que menuda era. Demasiado ligera de cascos la veía.

Luis: Pues resulta que fui yo quien la dejó embarazada.

14 de septiembre de 2017

Una amistad perdida

¿Qué pasó con esa amistad de antaño
en la que aún éramos inocentes?

Sólo teníamos trece años
pero fueron los más felices
recuerdos que con alguien he pasado.

Pero llegó a corromperse la inocencia
y nos empezamos a hacer daño.

Las malas ideas y el odio
con tantos buenos recuerdos acabaron.

Que nunca podré olvidar,
que nunca más me podré perdonar
por no saberme valorar.