12 de julio de 2014

Con un beso me despido

Dos veces madre,
dos veces abuela.
Madre tierna de ambos hijos,
madre generosa de ambos nietos.

De territorios albertinos,
de playas de grano suave,
de brisa de hablares ligeros,
de los que besan los versos escritos.

Mas, se cierne el cruel destino.
Desde la esquina respiro el drama
que sufre con desdicha
mientras reclama a la negra dama.

Con tu respiración entrecortada,
con escalofríos en mi alma.

Observo como exhalas tu último aliento,
poniendo como cierto
que cierras los ojos en esta realidad

y los abres en el mundo eterno.

Como manriqueño de bien,
caballeresco, ante ti me inclino
entre tablones de pino,
con lágrimas acariciando mi tez,
te beso entre sien y sien
dedicándote un susurro
con desconsuelo mudo:
“Hasta más ver.”


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