24 de enero de 2017

Sin motivos

Una lágrima que se escapa...
Por un ruido que no se oye.
Por palabras intranscribibles.
Por un golpe intangible.
Por un fuego ignífugo.
Por un...

...un momento.
Ahora que observo con nueva claridad,
no hay ningún motivo para llorar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario